Al parecer, un chico de nueve años encontró la clave para responder lo que Adán se viene preguntando desde que Eva mordió la manzana: ¿cómo hablarles a las chicas? Alec Greven lo sabe y por eso lo escribió: armó un fanzine a mano, lo empezó a vender a tres dólares en su escuela de Castle Rock, Colorado, sus compañeritos enloquecieron con los consejos, la bola se corrió a otros colegios y, de repente, el panfleto ya no era un panfleto sino un libro de 46 páginas con el rótulo de best seller en todas las librerías de los Estados Unidos.

Sus consejos se basan en tres pilares: no mandarse demasiado la parte, contenerse en los halagos para no parecer desesperado y tener cuidado con las chicas lindas que, según escribe en el capítulo tres, son muy fáciles de identificar porque usan aros grandes, vestidos de moda y mucha bijouterie. “La mejor elección son las chicas comunes. Recuerden que algunas chicas lindas son muy frías de corazón, no dejen que los atrapen”.

La explicación de por qué se le ocurrió escribir sobre esto y de dónde sacó la información es muy simple: “Vi un montón de chicos con problemas para hablarles a las chicas y me puse a observarlos en el recreo y a tomar nota para ayudarlos. Nunca me imaginé que las personas lo iban a terminar comprando como un libro más en las librerías”.

Y también son muy simples sus consejos: la mejor manera de empezar a hablar con una chica es diciéndole: “Hola”. “Tenés que acercarte a ella casualmente y decirle: ‘Hola’. Y si ella responde hola ya es un buen comienzo.” Como una suerte de libro de autoayuda, muchos de los capítulos incluyen máximas sobre la vida: “La vida es dura, hay que salir adelante”; “Hay una chica para todo chico porque vos sos como un imán y ellas son metal”; “Si te ganás a una chica, no lo festejes enfrente de ella, andá a algún lugar privado y ahí sí golpeate la cabeza y festejá”.

Según cuentan en la escuela, fue una de sus maestras, Miss Dupree, quien les mostró a los directivos del colegio el fanzine que Alec repartía y los convenció para que los imprimieran y los vendieran en la feria del colegio a 3 dólares. Un programa de televisión de Denver se enteró de la historia y la contó al aire y así fue como Alec terminó apareciendo en el popular show de Ellen Degener, quien lo puso en contacto con Harper Collins, la editorial con la que el joven best seller firmó contrato.

Según su madre, Alec no deja de leer ni siquiera durante la cena. Acaba de terminar un libro sobre el escándalo de Watergate para chicos y dice que cuando sea grande le gustaría ser “escritor tiempo completo con un trabajo de fin de semana como arqueólogo o paleontólogo”.

En cuanto a su propia situación amorosa, se considera demasiado joven para salir con una chica –que, de acuerdo con su definición, es ir a comer sin los padres–, y que esas cosas son para los más grandes, los de 15 o 16. Algo que está en sintonía con sus consejos: “Si estás en primaria, tratá que una chica guste de vos, pero no que se enamore de vos. Esperá hasta la secundaria para eso. Si no, vas a tener que estar con ella por mucho tiempo y eso puede ser durísimo”.

Y entonces, ¿cómo hacer para hablarles a las chicas? La clave de Alec es, sin dudas, el sentido común y la sencillez con la que, de manera innata, cuenta un chico de nueve años. “Peinate el pelo y no uses musculosas. Controlá la excitación (bajá el consumo de azúcar si es necesario). Y nunca, pero nunca, actúes desesperado.”

Fuente:http://www2.criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=20178